Los seres humanos nos sentimos cómodos con lo conocido, así no sea lo mejor, y cualquier cambio representa en principio una amenaza. No es raro por ello que nos encontramos gastando neutras energías tratando de negar, de evitar o de resistir los cambios, en lugar de asimilarlos e incorporarlos para continuar con nuestra expansión.
A mayor resistencia, más lentos, difíciles y dolorosos se hacen los cambios.
He trabajado este tema a nivel personal, en mi consulta privada y en mi experiencia laboral. Sobre todo aprendí mucho con los aportes de los doctores Joe Dispenza y Bruce Lipton, de ellos obtuve una mayor comprensión sobre el porque es tan difícil cambiar. Inspirada en sus enseñanzas y en mi experiencia, diseñé un proceso cuyo enfoque es acompañar a las personas en sus cambios a fin de que estos sean viables y sostenibles.
A mayor resistencia, más lentos, difíciles y dolorosos se hacen los cambios.
He trabajado este tema a nivel personal, en mi consulta privada y en mi experiencia laboral. Sobre todo aprendí mucho con los aportes de los doctores Joe Dispenza y Bruce Lipton, de ellos obtuve una mayor comprensión sobre el porque es tan difícil cambiar. Inspirada en sus enseñanzas y en mi experiencia, diseñé un proceso cuyo enfoque es acompañar a las personas en sus cambios a fin de que estos sean viables y sostenibles.
A nivel personal, todo cambio inicia con la aceptación de lo que es como. Te comparto una serie de acciones básicas que lo facilitan, reflexiona sobre ellas y adopta lo que encuentres apropiado para ti. Te aseguro que comenzarás a ver el beneficio de su aplicación.
ACEPTAR: No
soy víctima, solo tengo extraordinarias experiencias que me aportan sabiduría. Suelto
el querer cambiar a los demás, comprendo que solo cada cual puede cambiarse a
sí mismo; por eso trabajo en conocerme, en aceptarme y en
acogerme exactamente como soy. Así, puedo enfocarme en ser una mejor
versión de mi mismo, y un modelo para otros.
ASUMIR: Suelto el querer culpar a los demás y asumo
la total responsabilidad por mis experiencias, mis pensamientos, mis emociones
y mis actos. Soy yo quien le he dado el significado que le he dado a los
eventos de mi vida, y como quiero un cambio estoy dispuesto a percibirlos de
una manera diferente.
ACTUAR: Suelto el agredir o el defenderme de los
demás. Actúo con serenidad sobre todo frente a lo que no puedo cambiar, y con
valor cambio lo que sí puedo. Cuando
algo me confronta reconozco que en mi está elegir cómo seguir experimentándolo.
Pudo permanecer enojado, triste o avergonzado, o puedo disfrutar de la
experiencia sabiendo que está ahí para mi mayor bien; de esta manera me abro al
regalo que existe para mí en lo experimentado.
AGRADECER: Suelto el sufrir por los desafíos y las dificultades
que se me presentan, agradezco su presencia y lo que aprendo de ellas. Agradezco
además la perfecta versión de quien he sido en cada momento de mi vida e
irradio amor incondicional a todo lo vivido, declaro que ello ha estado ahí
para mi mayor bien.
VALORAR: Paso
de la queja, la crítica y el reproche, a la valoración y al disfrute de lo que
soy y de lo que tengo. De igual manera aprecio y valoro a los otros en sus
diferencias.
RESPETAR: Suelto los juicios que lanzo sobre los
demás, así como yo soy libre de ser y hacer lo que quiero, ellos también lo
son. Dejo de interferir en su proceso de vida. Busco comprenderlos y si no lo
logro, de todas maneras y honro sus elecciones. A partir de aquí, me
propongo construir con ellos.
Si estás interesado en trabajar algún aspecto de tu vida que requiera un importante cambio me puedes contactar.
Mis
mejores deseos,
María
Victoria
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