‘En todo proceso de cambiar es esencial entender que no vemos las cosas como son sino como somos, que cada observador cambia lo observado y que conforme cambiamos nuestras creencias transformamos nuestra vida y nuestro mundo’.




jueves, 5 de noviembre de 2015

Estrés, salud y productividad.


El ser humano como cualquier organismo vivo dispone de dos mecanismos para vivir, el de crecimiento y el mecanismo de protección.

El estrés es la respuesta natural del mecanismo de protección. Este mecanismo es conocido también como mecanismo de defensa, y es el que nos pone en alerta ante situaciones que implican cambios o que percibimos como amenazantes o peligrosos. Cuando se activa, las glándulas suprarrenales liberan al torrente sanguíneo las principales hormonas relacionadas con el estrés: el cortisol y la adrenalina. El objetivo de estas hormonas es aumentar rápidamente los niveles de energía del cuerpo así como aumentar la capacidad de atención y de reacción para enfrentar la situación. Estas hormonas aumentan el ritmo cardíaco y la respiración, hacen que la sangre se llena de glucosa y circule más rápido para llevar la energía necesaria al cerebro y a los músculos para responder a la alerta.

Por su parte el mecanismo de crecimiento nos impulsa a desarrollarnos, a expandirnos, a ser creativos, a buscar oportunidades y soluciones, a disfrutar y gozar de la vida.

Estos dos mecanismos no operaran de manera óptima al mismo tiempo, por lo tanto si tenemos activado nuestro mecanismo de protección, nuestro crecimiento se inhibe. Así, entre más tiempo permanecemos en modo de protección más se reduce nuestro crecimiento. (Burce Lipton, Bilogía de la creencia, 2007).

La activación permanente y excesiva del mecanismo de protección termina creando problemas de salud como ansiedad, cardiopatías, diabetes, obesidad, insomnio, problemas del sistema digestivo, problemas del sistema musculo-esquelético; problemas emocionales y mentales, etc. Además, afecta la capacidad para analizar y resolver problemas y la productividad en general.  

Con estrés:

    Olvidamos vivir en un estado de relajación, serenidad emocional y de claridad mental. 

    Olvidamos vivir en armonía interior y con el entorno.

    Perdemos la capacidad de estar, apreciar y de vivir en el momento presente.

   Nos mantenemos anclados a las experiencias estresantes, dolorosas o desafiantes del pasado, o ansiosos y temerosos frente al futuro.



A nivel laboral, el estrés se presenta cuando las exigencias hechas superan la capacidad de las personas para hacerles frente. Puede ser causado por sobrecarga de trabajo, un alto nivel de responsabilidad, mala planificación de turnos u horarios. También por la exposición a riegos, por relaciones insatisfactorias, incertidumbre en las condiciones laborales, o una remuneración inadecuada.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral es una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo; perjudicando a la producción, al afectar a la salud física y mental de los trabajadores”

Bruce Lipton en su libro Biología de la creencia menciona: “Para prosperar de verdad, no sólo debemos eliminar los agentes estresantes, sino también buscar de modo activo la alegría y el amor, y llenar nuestra vida de estímulos que desencadenen los procesos de crecimiento”.




Si estás sintiendo irritabilidad, depresión, cambio en tu estado de ánimo, agotamiento físico o mental, perdida de la motivación, con toda seguridad estás ante síntomas de estrés.


Aquí puedes ver el video One moment meditation que enseña una sencilla técnica de meditación fácil de aplicar en el día a día.


Aprender a liberar el estrés es esencial para mejorar tu salud y desarrollar al máximo tu potencial. 

Mis mejores deseos, 

María Victoria
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