‘En todo proceso de cambiar es esencial entender que no vemos las cosas como son sino como somos, que cada observador cambia lo observado y que conforme cambiamos nuestras creencias transformamos nuestra vida y nuestro mundo’.




domingo, 24 de mayo de 2015

Si somos los que somos y como somos… ¿qué esperanza hay?






Habrás escuchado que una nación es el reflejo de sus ciudadanos, así como una organización es el reflejo de sus miembros. De hecho hay áreas y disciplinas del conocimiento con gran experticia para explicar y describir cómo son las sociedades, las organizaciones y las personas. Pero más allá de esto, la gran inquietud… por lo menos para mí, era encontrar respuesta a las siguientes preguntas ¿Cómo se logra el cambio? ¿Cómo se logra que una persona cambie? ¿Cómo se logra que las organizaciones, y las sociedades cambien?


Tengo el vivo recuerdo de escucharle decir a una amiga en varias oportunidades, en un contexto organizacional, “si somos los mismos con las mismas, ¿qué nos garantiza que hagamos las cosas diferentes?”. Para mí era como si ella estuviera diciendo: si somos los que somos  y como somos,  ¿qué esperanza hay? 

Pasaron muchos años de estudio, formación y experiencia laboral; participé en procesos de cambio organizacional, y atravesé por mis propios desafíos personales. Durante ese tiempo gané mucho conocimiento sobre temas de cambio, pero sentía que no era suficiente para ver que los cambios se hicieran sostenibles en el tiempo. En la teoría todo funcionaba, pero en la práctica, las brechas entre «lo es y lo que se quiere», en ocasiones resultaron abismales.

Nos educaron para creer que todos estamos separados unos de otros y de la realidad misma; que mente, emoción, materia y energía son independientes; que quien logra sobrevivir es el más fuerte; que somos controlados por fuerzas externas, etcétera. Todas esas nociones nos  han separado y fragmentado como seres humanos, y nos han llevado a tener un mundo, organizaciones, sociedades y familias separadas y fragmentadas; donde lo fundamental es lograr lo que se quiere sin importar a quien se lleva uno por delante. Hemos creado un mundo donde no hay respeto de unos por otros, ni por el medio ambiente; donde se valora y estimula la competencia, la lucha, la necesidad de dominar. Un mundo que nos hace creer que el poder y los recursos están disponibles solo para unos pocos, perpetuando el sentido de frustración y de victimización para la mayoría.

Basta con ver las noticias para saber que estamos en un momento de la existencia humana donde los sistemas y modelos actuales de sociedad, familia, organización, política, economía, religión, educación, ciencia, etcétera, están desmoronándose; la humanidad clama por el surgimiento de algo nuevo.

Y lo nuevo está saliendo aunque no es lo visible en los medios oficiales. Quien es sensible e inquieto al conocimiento sobre lo nuevo, solo tiene que conectarse al Internet para encontrar infinidad de información aportada desde la misma ciencia, la espiritualidad, la economía, la educación, la religión, etc., que deja ver que un cambio se está gestando. Cada vez aparecen nuevos paradigmas que nos permiten comprendernos y comprender al mundo de una manera diferente.

Personalmente me abrí al aporte de estudiosos, científicos y maestros  actuales como Nassim heremein, Candace Per, Fred Alan Wolf, Joe Dispensa, Gregg Bredne, , Deepack Chopra, Masaru Emoto , Eckart Tolle, Wayne Dyer, Peggy Phoenix Dubro,  Eric Perl, Alberto Villoldo, Donal Walch, Robert M. Williams, solo por mencionar a algunos de los muchos que me han inspirado.  Gracias al beneficio que ha representado para mí a nivel personal y profesional la integración de estos aportes en mi día a día, y gracias a la guía de mi propia sabiduría interior, me he animado a desarrollar un proceso para formar líderes conscientes, que transformen su vida, y la de otros. Hoy tengo la convicción de que un mejor mundo es posible gracias a la existencia de seres consientes y de líderes conscientes que formen comunidades conscientes.

Con el nuevo conocimiento aprendí que en todo proceso de cambiar, es esencial entender que «no vemos las cosas como son, sino como somos»; que cada observador cambia lo observado; que son nuestras creencias lo que hace que veamos las cosas como las vemos y que actuemos como actuamos.  También aprendí que si queremos  encontrar soluciones a nuestros desafíos, como personas, como líderes, como humanidad, es necesario abrirnos a ver las cosas de una manera diferente a como siempre las hemos visto para salir del estado de locura en el que nos encontramos, de pretender resultados diferentes haciendo lo mismo una y otra vez. Esto lo advertía Einstein en su definición de locura “HACER LO MISMO UNA Y OTRA VEZ, ESPERANDO RESULTADOS DIFERENTES”, también lo advertía cuando decía "¡USTED NO PUEDE RESOLVER SUS PROBLEMAS CON LA MENTALIDAD QUE LOS HA CREADO!" 

Igualmente descubrí que somos mucho más de lo que nos han enseñado, al igual que comprendí que es necesario dejar el hábito de ser quienes somos, para ir más allá de nuestros propios límites conocidos y atrevernos a soñar con la mejor versión sobre nosotros y sobre el mundo, de modo que esa sea nuestra realidad.

Ahora sé que hay esperanza, sé que es posible el cambio, y sé que ello empieza por uno.
 


Los seres humanos somos parecidos a una bellota; la bellota contiene en su interior todo el potencial  para convertirse en un gran roble, tan sólo necesita el estímulo del alimento y de la luz para crecer.
Mis mejores deseos,

María Victoria

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“Ser Consciente”


Existe un sin número de corrientes de pensamiento que aportan a la noción de lo que significa “Ser consciente” y “Consciencia”.  Mi interés no es hacer una disertación sobre esta materia,  por lo que voy a ser bastante practica al compartir lo que para mí es  Ser Consciente. 

Consciencia viene del latín “conscientia”, compuesto por el prefijo con (con) y scientia (conocimiento), lo cual quiere decir con conocimiento.  El diccionario de la Real Academia de la lengua Española lo define como:
  • Conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones.
  • Capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento.
Por inferencia “Ser Consciente” es tener la capacidad de darse cuenta de, o de observar la propia existencia, los pensamientos, los sentimientos, los actos, así como observar el impacto que ellos generan en sí mismo, en otros y en el entorno.

¿Qué tan consciente eres en tu día a día?
¿Qué tan consciente eres de las elecciones y acciones que realizas?
¿Qué tanto te encaminas a eso que quieres ver realizado en tu vida?

 
La neurociencia nos dice que solo el 5% de nuestra mente es consciente, mientras que el restante 95% responde a programas automáticos subconscientes. Esta información es reveladora y explica por qué en nuestro día a día reaccionamos en automático en lugar de hacerlo desde un nivel de elección consciente. Así que para ser consciente hay que involucrar no solo a la mente consciente, sino y sobre todo a la mente subconsciente, pues es esta ultima la que controla nuestros pensamientos, creencias y comportamientos.

Por fortuna y gracias a las nuevas técnicas de Psicología Energética podemos transformar bloqueos, desafíos y limitaciones contenidos en el subconsciente, para lograr nuestros sueños, potenciales, anhelos o metas.

Mis mejores deseos,

María Victoria